El 29 de abril pasado me fui a pasear por la Reserva Ecológica de la Ciudad de Buenos Aires.
Para quienes no conozcan el lugar hago una brevísima reseña histórica del lugar: La zona es conocida como la Costanera Sur, lugar que desde 1918 era un balneario popular.
Este fue cayendo en decadencia hasta que en 1974 se comienza a rellenar la zona para “ganar” tierra al río, utilizando el mismo sistema que en la creación de los pólders holandeses. Intermitentemente el proyecto siguió avanzando, a pesar de largos periodos de abandono.
En junio de 1986 finalmente se declaro la protección de la zona.
Espontáneamente, y en todos esos años, se había desarrollado una diversidad biológica, aparecieron bosques y aumentó la presencia animal, sobre todo aves.
Actualmente se puede caminar por senderos de varios quilómetros de extensión, detenerse a orillas del río, todo ello en un ambiente que contrasta radicalmente con la ciudad que se encuentra solo a algunos cientos de metros.
Aquella tarde me detuve varias veces para fotografiar hacia los edificios que se encuentran en la zona del denominado Puerto Madero.
En una de esas series, encontré una de las imágenes de un objeto no identificado mas claras que me ha sido dado obtener hasta hoy.
La serie se compone de cuatro fotos, tomadas en algo más de medio segundo.
Pero me detendré a analizar en profundidad solo las dos primeras, por la extraordinaria claridad de las imágenes, sobre todo, como ya verán, la segundo toma. Y porque además, las ultimas dos tomas de la serie ya no podrían agregar nada a la fantástica evidencia que nos muestran las dos primeras.
He aquí la primera.
Les pido que hagan clic en cada imagen para verlas en toda su magnitud y belleza.
Lo que hago en este trabajo es dar la oportunidad al lector de constatar por si mismo la claridad de esta imagen, ampliándola de a poco, poniéndola en una resolución adecuada para percibir someramente los detalles del objeto.
El recuadro inferior los muestra ya en todo su esplendor.
En las próximas imágenes vemos diferentes tratamientos de la misma, buscando aumentar al máximo posible su legibilidad.
Agrego como novedad, una vista en 3D.
Y aquí doy un paso mas en el análisis de este tipo de imágenes de objetos en el cielo no identificados, porque estas fotografías me lo permiten claramente.
Hice rotar el objeto hasta ponerlo vertical para poder tener una visión mas clara de lo que quiero remarcar.
Tracé una serie de líneas por los puntos importantes de la base del objeto, que me permiten visualizar su simetría.
El objeto se enmarca perfectamente en un rombo, presenta seis depresiones distribuidas de manera totalmente simétrica, con un detalle en el centro, con una ligera luminosidad azul.
En los bordes diez puntos blancos sugieren luz, o como sostienen algunos expertos, posiblemente partículas ionizadas.
Vamos ahora a la segunda toma.
Entre la anterior fotografía y esta solo han pasado una décima de segundo.
Pero la imagen que nos presenta el objeto es diferente, y como ya verán, de una riqueza enorme.
En el recuadro justo debajo del circulo la imagen esta ya con un análisis elemental, y vemos en el una serie de características que iremos depurando con diferentes métodos de análisis.
La primera constatación de suma importancia, es la absoluta verticalidad del objeto, con respecto al eje horizontal formado por el borde superior o inferior horizontal del cuadro. Esto es una rareza. Parecería que se colocó en la posición más idónea para hacer posible la observación detenida de todos los detalles que encierra la imagen, de la manera más natural.
Uno junto a otro pongo los dos estados en el análisis de la imagen. El primero, el de la izquierda, aun sin mucho desarrollo. En el de la derecha, ya llevado a un grado mucho mas alto de claridad.
Vemos sin ninguna dificultad los bordes externos del objeto, y las protuberancias distribuidas de manera regular en todo su perímetro.
El paso siguiente fue el de recortar la imagen del fondo, para aumentar la claridad de su identificación con lo que podríamos ya nombrar casi sin temor a equivocarnos, nave. Una maquina. Algo en todo caso que se parece muchísimo a ello.
En el recorte de la derecha remarco todas las protuberancias del perímetro, y aquí ya podemos comenzar a constatar la clarísimo simetría del objeto.
Bien.
El siguiente paso consistió en “conceptualizar” al máximo la imagen, para poder someterla a un tipo de análisis diferente, dado que ya tenemos clara la materialidad del mismo, y sus características de objeto “técnico”, por llamarlo de alguna manera.
Esta “conceptualizacion” consistió en dejar bien claros los puntos, volúmenes y oquedades, para someter la imagen a un rastreo de la enorme gama de simetrías que posee.
Aquí coloqué la imagen anterior junto al primer trazado de líneas con el objetivo de identificar las simetrías. La imagen de la derecha es aquella en que este trabajo comienza a plasmarse.
Doy un paso más en esta dirección: ahora tomo como puntos de referencia los círculos negros, lo que aparenta ser agujeros, oquedades en la estructura.
Con líneas que pasan exactamente por el centro de cada uno de ellos, fui construyendo esta estructura. Los puntos de referencia están marcados con los números en rojo, del 1 al 4.
En principio identificamos tres rectángulos uno dentro de otro, todos perfectamente proporcionales entre si.
Trazando diagonales y dos ejes que pasan por el punto central, obtenemos una serie de triángulos enfrentados y exactamente idénticos, simétricos.
Esto nos esta hablando a las claras de una estructura perfectamente armónica, estructurada con solidez, y con una fuerza visual incontenible.
Solo puedo hablar de fuerza visual porque desconozco absolutamente de que se trata
el objeto en cuestión.
La simetría perfecta siempre da la idea de solidez, fuerza y equilibrio.
Eso es lo que encuentro en este objeto.
Para remarcar estos análisis, separé en principio los rectángulos obtenidos:
Luego coloqué un color parejo a los cuatro triángulos principales, para poder distinguirlos con toda claridad en el conjunto.
Aquí, remarqué otros triángulos y trapecios regulares e irregulares que se forman en la intersección de las diferentes líneas que forman parte del entramado.
Agrego la silueta formada por estas figuras geométricas.
Como broche de oro, incluyo esta impresionante imagen en 3D, que da una idea mas acabada del objeto, puesto en posición de “vuelo”, no es la posición en la que el objeto aparece originalmente en la toma, que ya vimos que era perfectamente vertical.
Pero es una licencia que me tomo, porque la imagen me pareció de mucho impacto, y pensé que seria un buen final grafico para este articulo.
Quizás con tiempo se puedan ir encontrando otros elementos significativos en estas imágenes. Probablemente haya otros significados matemáticos.
O quizás no, pero me quedaré con la belleza del equilibrio y la fuerza de su estructura como idea subliminal para otros encuentros, espero que tan o mas interesantes que este.
Ultimas palabras para resumir algunas características técnicas de las imágenes.
Fecha de las tomas: 29 de abril 2009
Hora: 15h 50’ 42,2’’ (en la cámara quedo programado el horario de invierno de Europa, por lo que hay que quitar 5 horas)
Cámara: Nikon D300
F: 5
Distancia Focal: 28 mm.
ISO: 200
Espero que este trabajo haya sido de su agrado.
Me despido cordialmente hasta las próximas fotos.
Héctor.
domingo, 14 de junio de 2009
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2 comentarios:
Hola Hector!!mis feliciataciones por el trabajo realizado, como vos soy Investigador ddesde hace mas de 30 años, y por mi trabajo,Ingeniero la pòsibilidad de haber viajado bastante, y estudiar en cada lugar los fenomenos.Actrualmente vivo en Punta Alta, cerca de Bahia Blanca, y Sierra de la Ventana, lugares de pasaje de estas naves.Te dejo mi email para ampliar informacion: jccorrales2005@yahoo.com.ar, este jueves viajo a Capital.Por ahi podriamos encontrarnos.
Un abrazo
Juan Carlos
mi cel: 02932-15518269
EXCELENTE...!!!
Muy buena la imagen y el tratamiento que le diste.
Y si... no podemos saber si es ciertamente una nave o máquina o algo así, pero tiene toda la apariencia de no ser algo biológico. Es demasiado estructurada.
Por ahora, como decís, quedémonos con su belleza.
Un abrazo
Marcelo
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